A partir del análisis histórico, Kuhn identifica las fases de emergencia y maduración del conocimiento científico, desde una primera precientífica [pre-paradigma] en la que se produce el progresivo asentamiento dialéctico del sistema teórico. En una segunda fase cristaliza un primer consenso de la comunidad científica, el acuerdo que ratifica el primer paradigma, la ‘ciencia normal’. El paradigma, como patrimonio de un grupo y un tiempo, se somete a las erosiones de las pruebas, de las verificaciones empíricas, que descubren carencias, debilidades e inician el período de asalto por parte de quienes buscan un liderazgo en el sistema a partir de una proposición o construcción superadora de la obsolescencia del paradigma en regresión. En la quiebra, en el relevo, como hecho irracional e ilógico en la visión de Kuhn, se produce la revolución científica que alumbra un nuevo paradigma. No todos los campos del conocimiento alcanza el mismo grado de desarrollo o madurez. Frente a los escenarios de las ciencias físicas y biológicas -las ciencias maduras-, que han vivido el progreso a través de periodizaciones e instancias generacionales de la evolución, las ciencias sociales aparecen en la visión del autor en un estadio de inmadurez o de pre-paradigma. Ciencia/Contexto . Este paradigma establece las normas necesarias para legitimar el trabajo dentro de la ciencia que gobierna ante la quiescencia de sus practicantes. Coordina y dirige la actividad de “resolver Problemas” que efectúan los científicos normales que trabajan en su seno. La característica que distingue a la ciencia de la no ciencia es, según Kuhn, la existencia de un paradigma capaz de apoyar la tradición que constituye la ciencia normal. La mecánica newtoniana, la óptica ondulatoria y el electromagnetismo, la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad son muestras típicas de paradigmas, y se califican como ciencias maduras. Por el contrario, gran parte de la sociología moderna carece de un constructo de tal fortaleza y contundencia, por lo que algunos hablan de ciencias blandas y los más críticos descartan su naturaleza científica. En la práctica lo que resulta difícil es acotar con una definición precisa el concepto de paradigma. No obstante, aun es posible describir algunos de los componentes típicos que los constituyen. Entre ellos se encontrarán las leyes explícitamente establecidas y los supuestos teóricos Así, por ejemplo, las ecuaciones de Maxwell forman parte del paradigma que constituye la teoría electromagnética clásica. Éstos también incluirán las maneras normales de aplicar las leyes fundamentales a los diversos tipos de situaciones que se presentan en una disciplina determinada. También tienen que contemplarse en el paradigma los aspectos metodológicos y las técnicas instrumentales necesarias que permiten conectar tales constructos con la naturaleza. Del mismo modo, cabría añadir el modo de uso de los procedimientos encaminados para corregir los datos recopilados con la guía del paradigma. En el caso del reconocimiento e inventario de suelos, las estructuras de las bases de datos dictan, por ejemplo, que información es relevante para ser recopilada y de que modo debe hacerse.
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